«Para toda la vida», esa frase tan manida en declaraciones de amor y compromisos, lo que siempre te dicen cuando piensas en tener un hijo, lo que nos gustaría que duraran las cosas que más queremos… En Addomo pensamos que también la casa de tus sueños debería ser para toda la vida, porque te has pasado años soñando con ella, meses diseñando en tu cabeza cada rincón, y porque quieres que sea perfecta.
Nuestros clientes no buscan una casa prefabricada en la que el precio más bajo esté reñido con la calidad y la durabilidad, buscan una casa en la que vivir seguros y en la que no tengan que pensar en reparaciones cuando casi acaban de estrenarla. Por eso las casas Addomo, incluso las casas prefabricadas Addomo, son viviendas para toda la vida.
A todas las personas que nos muestran algún interés por Addomo, las invitamos siempre a visitar una de nuestras casas para que sepan, de verdad, qué tipo de producto vendemos. Creemos que el proceso de entrar en una vivienda, tocarla, ver de qué materiales está hecha, es muy importante. Y, sobre todo, pensamos que es fundamental observar cómo puede vivir una familia en ella, ya sea grande o pequeña, y comprobar cómo envejece esa casa con los años de uso.
Entonces, como respondemos a la pregunta ¿cuándo una casa es para toda la vida?
Desde nuestro punto de vista como constructores, cuando está diseñada meticulosamente pensando en la durabilidad, adaptada al terreno en el que se sitúa, con estructuras sólidas, bien aislada, con una calificación energética óptima y, en definitiva, todas las características de un sistema de construcción lleno de ventajas, como el de Addomo.
Desde nuestro punto de vista como propietarios de casas Addomo, cuando una casa se adapta a tus necesidades y puede crecer, como también lo hace una familia, cuando permite ahorrar energía y disfrutar del entorno, cuando te apetece pasar en ella un día lluvioso de invierno y disfrutar de su porche y jardín en verano y, en definitiva, cuando pensar en ella te hace feliz.
Y tú, ¿quieres una casa para toda la vida?