La decisión de comprar una casa no es ni fácil ni, por supuesto, inmediata, pero seguro que a ti te ronda la cabeza desde hace meses o incluso años. Es posible que sepas que solo es cuestión de tiempo por tus circunstancias personales, por tus planes de futuro o porque siempre has soñado con tener un espacio propio diseñado a tu gusto con jardín. Entonces, ¿por qué esperar? Seguro que tienes una lista de motivos más que suficiente que lo justifican, pero nosotros vamos a darte algunas razones por las que vale la pena dejar de esperar y empezar a disfrutar.
1. El ahorro. Probablemente una de las principales razones por las que no te decides a comprar la casa de tus sueños es la inversión que supone. Sin embargo, si ya vives por tu cuenta tienes que asumir igualmente el precio de un alquiler. Si te planteas tu futuro tan solo a corto plazo, nos referimos a menos de cinco años, es probable que el arrendamiento sea la mejor opción. Sin embargo en periodos de tiempo superiores, esto es a medio y largo plazo, los expertos señalan que la compra permite recuperarse de la inversión inicial e incluso pagar menos mensualmente por nuestra vivienda (especialmente en la situación actual, con tipos de interés muy bajos).
2. La estabilidad. Puede parecer un pensamiento muy antiguo pero una de las principales ventajas de la compra sobre el alquiler es que estás invirtiendo en una adquisión que será tuya para toda la vida y te dará seguridad y estabilidad. Además, si en un momento determinado así lo deseas, podrás sacar rentabilidad a través del alquiler.
3. Los beneficios de vivir en el lugar y espacio que tú has elegido. Seguro que muchas veces has pensado que necesitas más espacio en tu cocina, en el salón o para almacenar cosas. Sueñas con tener un jardín para tomar el sol en verano o para que tus hijos jueguen y piensas en los maravillosos platos que vas a cocinar con los tomates y verduras de tu huerto. Vivir en una casa hecha a tu medida no tiene precio, bueno, sí lo tiene, pero tal vez es menos de lo que piensas: precio de tu casa Addomo.
4. La libertad. Te gustaría pintar una pared de verde pero no puedes porque el arrendatario no te deja y, como ésta, cualquier otra decisión sobre reformas, decoración, etc. En tu casa podrás tener tus propios muebles, los que tú elijas, sin preocuparte después porque puedan quedar bien en otro piso o casa. Además estará todo según tu gusto y, por lo tanto, también adaptado a tus necesidades. En caso de cambiar éstos, serás libre para hacer las reformas que necesites.
5. El comenzar una nueva etapa. Si estás deseando empezar a construir una nueva vida en el lugar que deseas con tu familia, para crear nuevos lazos emocionales y recuerdos para tus hijos desde el apego a un lugar en el que eres feliz, ¡no esperes más!
6. La independencia. Si vives en casa de tus padres, por ejemplo, sobran las explicaciones. Pero incluso si vives en un piso, sea de alquiler o no, notarás un gran cambio al mudarte a tu casa. Serás independiente para tomar las decisiones que quieras sin tener que someterlas a la aprobación de una comunidad de vecinos y podrás, por ejemplo, escuchar música a tu antojo o poner la lavadora cuando te venga mejor. Son pequeños detalles, lo sabemos, pero a veces marcan la diferencia.
7. La ecología. Si eres una persona a la que le preocupa el medio ambiente y vives en un lugar poco respetuoso con el entorno, te gustará cambiarte a una vivienda eficiente y ecológica como las nuestras. Además su calificación energética de tipo A sumará más ceros al argumento del punto 1 de este artículo.
8. El disfrute durante el proceso de diseño de tu vivienda. Es una satisfacción cuando estás diseñando tu vivienda el poder decidir, con la ayuda de los arquitectos, qué es lo que mejor se adapta a tus necesidades: definir espacios, texturas, colores, materiales… y, posteriormente, decorar TU CASA a tu gusto, como siempre la habías querido.
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